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Adrian Marchant

Adrian Marchant es un joven que ha sabido trazar muy bien sus metas. Este salsero venezolano ha incursionado en la música gracias al Festival OTI, su puerta de entrada al mundo de la farándula de forma profesional. Aunque antes había formado bandas musicales, nada había sido tan en serio como el lanzamiento de su primer disco “Más Allá”.

Este CD fue hecho en Venezuela, cuya preparación le llevó casi tres meses, bajo la dirección de Tomás Bernal. La producción incluye diez temas, entre ellos, ocho salsas, una balada y un bolero. “Música para distintos públicos”, asegura con simpatía el artista.

Para Adrian, incursionar en la balada y en el bolero significa una forma de ser integral. “Me siento capacitado, trato de evolucionar poco a poco, y creo que puedo cantar balada, bolero y salsa”, manifiesta.

El artista piensa que si un día le dan la oportunidad de interpretar merengue, lo haría con mucho gusto, pero primero se haría de una base como salsero, y luego alternaría a dúo con otra artista.

Vida personal

Pero detrás del artista se esconde un gran deportista. Adrian Marchant es un beisbolista profesional y su cuerpo no lo desmiente. Su constitución física es la de un verdadero jugador.

Sin embargo no sólo divide su tiempo en la farándula y en los deportes, también estudia ciencia económicas en la Universidad Central de Venezuela. A pesar de estar conciente que la carrera artística le consume mucho tiempo y esfuerzo, no piensa dejar de estudiar, tanto que trata de organizar bien los semestres de estudios con las promociones y presentaciones.

Desarrollarse con varias actividades de forma simultánea ha hecho que Adrian tenga las metas bien definidas, que, poco a poco, ha ido cumpliendo. “Soñaba con ser Grandes Ligas de beisbol, ser cantante y a la vez Presidente de la República. Yo creo que lo del beisbol se me cumplió en una etapa, ahora con lo de cantante, creo que el disco está bien enfocado y, bueno, lo de Presidente, imagínate… me estoy preparando”, dice el artista con simpatía y una amplia sonrisa.

Aunque Adrian tal vez no llegará a ser Presidente, abriga la esperanza de ser Alcalde.

Valor humano

Un aspecto que destaca en este joven salsero es su sentimiento de humanidad. Para él, es importante cantarle al pueblo, porque “el público hace al artista”. Esta forma de pensar es parte de su filosofía de vida, tanto que piensa que hacer un concierto gratuito no cuesta nada, cuando hay muchos más que son pagados.
Adrian pretende rescatar la salsa vieja, no por los arreglos, sino por el sentir humano, trabajar por y para la gente, porque el ritmo nació para hablar sobre las realidades sociales que las sociedades enfrentaban.

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