Entrevista Romeo Santos: «Soy un bohemio moderno. La música de amor nunca caducará»
‘El rey de la bachata’ presenta su nuevo álbum, ‘Fórmula Vol. 3’, que tiene ‘feats’ con Justin Timberlake y Rosalía.
Fuente : 20minutos.es
Daniel Mateo
Lleva la bachata por el mundo desde hace casi dos décadas. Primero, con Aventura, el grupo con el que posee una de las intros más icónicas de la música latina gracias a su archiconocida Obsesión, y, después, en solitario, con unas cifras de ventas que se cuentan por millones, lo que le ha hecho ganarse el merecido título de El rey de la bachata.
Quizá sea el único que puede hacer cantar bachata a Justin Timberlake.
Estoy supercontento con esta colaboración. Trabajando y tratando de reinventarme y darle continuidad a lo que ya fue Fórmula Vol. 1 y Fórmula Vol. 2, pensé que era el momento de tratar de lograr esta colaboración. No te voy a decir que fue sencillo ni fácil, pero entendió la propuesta. Yo creo que la canción –Sin fin– ha hablado por sí sola y ha sido aceptada muy bien.
También colabora con Rosalía. ¿Qué opina de ella?
Yo ya me he declarado en muchas ocasiones fan de ella. Es una artistaza. Tiene muy definido lo que quiere y lo que no quiere. Es de estas chicas que, verdaderamente, te das cuenta de que es como un unicornio. Lo digo en el buen sentido de la palabra, porque es tan única, tan diferente a los demás… Hace cuatro o cinco años, cuando ella no era tan famosa como ahora, la subí a mis redes, y se emocionó mucho. ¡Tan inocente! Mantuvimos la comunicación y le presenté el intro de la canción. Yo quería que le diera esa esencia de flamenco que ella tiene.
«Rosalía es tan única, tan diferente a los demás… Yo ya me he declarado en muchas ocasiones fan de ella»
El rey de la Bachata. Qué grande suena eso, ¿no? ¿Asume uno bien eso de ser el rey? ¿Le gusta el sobrenombre?
Yo creo que uno ya se acostumbra y es como si te llamaran por tu nombre, que tú respondes (ríe). Esto de El rey de la bachata, más que de creerme rey, es la responsabilidad de representar un género y continuar siendo un líder. Eso es lo primordial.
¿Cómo ha cambiado la bachata desde que empezó, hace más de 20 años?
Lo ha hecho bastante. Creo que está pasando algo interesante, porque ahora artistas urbanos también están fusionando el género, y eso es un auge para mi cultura. Es obvio que quiero que surjan más exponentes.
«Sé que estamos viviendo en esta era de las cancelaciones, pero es que el artista tiene que despertar emociones, buenas y malas»
¿En qué momento está el género?
La bachata está en un momento estable, pero interesante, del que no me puedo apropiar, porque hay artistas como Manuel Turizo o Rosalía con The Weeknd que, de alguna manera u otra, mantienen el género vivo. Yo lo único que estoy haciendo es alimentar a mis fans con mi esencia, la bachata tradicional y también elementos modernos.
Habla de reinventarse, de los fans… ¿Cuál es su objetivo ahora, después de más de dos décadas de carrera?
Siempre es el mismo: sorprender, no entrar en la monotonía. La gente siempre aprecia lo que uno hace, y de eso se trata, de causar algún tipo de emoción haciendo música, y no solamente en el buen sentido de la palabra. Mira, en este disco hay una canción que se llama Suegra en la que, para, muchos fue un poco perturbador escuchar que tú quieras envenenar a tu suegra. Pero es que tenemos que bajarle un poquito y entender que es un chiste, no estoy promocionando la violencia, porque la canción es como una parodia. Sé que estamos viviendo en esta era de las cancelaciones, pero es que el artista tiene que despertar emociones, buenas, malas, y, a veces, tienes que hacer cosas que quizá a algunos les moleste, pero otros lo aprecien. Esto es algo muy subjetivo.
«Yo soy inmune a las críticas, solo quiero que la gente respete»
¿Se considera un romántico?
Sí, sí. Yo soy un bohemio moderno, si puedo decirlo así. ¡Me encanta! Creo que la música de amor nunca caducará. Uno lo que trata de hacer es seguir reinventándose y creando cosas temáticas que sigan conectando, no solo con los que ya son fans, sino con una generación nueva que, quizá, no conoce tanto el legado. Me encanta que la gente se enamore de mis propuestas y quiero seguir haciendo bachatitas bonitas.
¿Escuchó mucho eso de que su éxito sería efímero, quizá hasta que pasara de moda su estilo?
Después de veinte años de carrera, esa narrativa ya murió. Los artistas nos tenemos que acostumbrar a que la crítica, sea buena o mala, es algo bueno. Yo creo que lo peor que le puede pasar a un artista o a cualquier celebridad es que no hablen ni bien ni mal. Yo soy inmune [a las críticas], solo quiero que la gente respete. Cuando hay una opinión muy distinta a la tuya, cuando no les gusta algo, eso también es bueno y hay que asimilarlo. No se trata de solo creerte lo bueno, porque, si pasa eso, te jodiste.
Y usted, ¿cómo mantiene los pies en el suelo?
Que, cuando no estén, me los bajen la gente de mi entorno. Obviamente, uno es un ser humano, tiene muchas emociones, y, a veces, no es que se te suban los humos, sino como que crees algo o lo ves de una perspectiva y otra persona te dice que no tienes la razón. O que sí. Lo importante es que siempre te hablen con sinceridad.
«Lo que menos consumo es bachata moderna, porque no quiero que se me pegue el estilo de otro artista. A mí me gusta la música de antes»
¿Se puede cantar sobre sexo sin caer en lo soez?
Sí. Yo siempre digo que no hay música mala, que todo es subjetivo. En lo personal, no me gusta que se digan ciertas cosas [en las canciones] si no se utiliza el código de la creatividad. Es como un comediante, que no puede subirse a un escenario y empezar a decir cosas obscenas para hacer reír. Tiene que tener un contexto. La música es igual. Lo que vayas a hacer tiene que ser con cierta autenticidad para que conecte, porque no voy a ser moralista y decir: ‘tengo un problema con las letras obscenas’. No. Yo me vacilo también algunas malas palabras si se dicen de manera creativa.
¿Qué escucha alguien que es tan escuchado en todo el mundo?
Si yo te enseño mi playlist… Voy por etapas. Puedo estar un mes entero escuchando hip hop. Y luego escuchar flamenco dos semanas consecutivas. Y después cambiar al dance. Y hay días que estoy de vacaciones y me da por escuchar bachatas o merengues clásicos. Lo que menos consumo es bachata moderna, porque no quiero que se me pegue el estilo de otro artista. A mí me gusta la música de antes.
«Lo único en lo que yo me visualicé es siendo artista, es lo único que creo que hago bien»
¿Es de los que disfrutan el momento o en su cabeza ya le ronda la idea de, por ejemplo, otro disco?
Si te soy completamente sincero, cuando lanzo una producción, no pienso en nada más que no sea ese disco hasta dos o tres años después, que salga otro. Pero, como estuve estancado con esto del Covid, porque se paralizó todo el mundo, grabé muchas cosas. Por eso esta vez sí que tengo en mente lo que yo haría en un futuro muy cercano.
Viene da familia humilde. ¿Llegó a imaginar su éxito?
Se lo tengo que agradecer al papito Dios, que le regala a uno el don de componer y cantar, y, luego, al público. La gente tiene el libre albedrío de apoyar o no a quien quiera. Cuando uno tiene esta conexión lo debe valorar y, sobre todo, no acostumbrarse a ello.
Si echa la vista atrás, ¿puede imaginar otra cosa que no sea ser músico?
Yo sí tuve muchas pasiones, como dibujar o jugar al baloncesto, aunque era pésimo… Pero, cuando yo decidí que iba a ser cantautor, ya en ningún momento me visualicé haciendo ninguna otra cosa. ¿Si hubiese fracasado? ¡Caramba, qué te digo! Es que lo único en lo que yo me visualicé es siendo artista, es lo único que creo que hago bien.